viernes, 19 de junio de 2015

Idiotas World-Fiesta de Dinosaurios

Ayer vi Jurassic World.

En primer lugar quiero avisar que esto no es una crítica, ni un análisis. Quien quiera leer una crítica con la que concuerdo, sugiero que se dirijan a la de mi colega Sergi Monfort aquí. Esto más bien es un artículo libre, del cual hago un segundo aviso: contendrá cantidades abundantes de spoilers de la película. Voy a destriparla cual Indominus Rex famélico, pero no quiero fastidiársela a aquellos que no la hayan visto así que si pertenecen a ese grupo... ¡Adiós!

Los que han seguido leyendo es porque han visto esta nueva secuela de la aclamada Jurassic Park, icono de los 90 y marca de identidad para la infancia de muchos. Ciertamente recuerdo con mucho cariño la película original, si bien hace muchísimo tiempo que no la veo. De las secuelas apenas me acuerdo y, según parece es mejor así dado el bajón de calidad de las mismas. La nueva película de la saga actúa como secuela directa de la original, eliminando de la continuidad las otras dos para alivio de muchos fans. Y es cierto que esta nueva entrega ha devuelto dignamente a los saurios al imaginario fílmico popular de nuestro tiempo, pero por otra parte es un festival de absurdeces. No voy a ponerme hater desde el principio del artículo tranquilos. De hecho, empezaré por lo bueno para que los que no quieran leer algo malo sobre la película puedan evitar la zona "espinosa" que llegará más adelante y seguir felices con sus vidas.

Los Dinos molan mucho
Cool guys don't look at explosions.

En primer lugar quiero destacar que el nuevo bicharraco que se han sacado de la manga para esta película es espectacular. Ya no es solamente el Indominus Rex, sino la galería tan completa y bien empleada de todos los dinosaurios a lo largo de las dos horas de metraje que dura este título. Además del súper-dino-mutante amenazante de cojones hay una galería de bestias pardas a recordar, cada una con su momento bien medido y su protagonismo: los típicos herbívoros que nos enternecen, el icónico T-Rex en su momentazo final, los geniales Velocirraptores (los cuales protagonizan la mejor secuencia de toda la película), una bandada de Pterodáctilos y demás primos voladores y hasta un bestial Mosasaurio acuático que haría que todos los demás reptiles se cagasen encima. Respecto a esto ninguna queja.

Bueno sí, una: deberían aparecer más y ahorrarnos el sufrimiento de ver a los humanos haciendo el subnormal tratando de sobrevivir.

Star-Lord Chris Pratt mola mucho
"Me llamo Peter Quill, también conocido como Owen, y voy a llenar habitaciones de adolescentes con mis fotos."
Creo que no soy el único que quiere a este tío interpretando a una nueva versión de Indiana Jones. Puede que su versión más joven, puede que un aprendiz que ahora va por su cuenta o puede que incluso un gran fan del arqueólogo en el siglo XXI. Sea como sea, Chris Pratt es el amo y lo demuestra en cada escena de la película. También resulta que su personaje tiene el único papel medianamente bien escrito y con algo de sentido entre tanto festival de imbéciles personaje ilógico, pero su presencia y el carácter que imprime a Owen salva gran parte de la película.

El poder de la nostalgia  
Planos como este son declaraciones de amor al espíritu de Jurassic Park.
El que no se haya emocionado con ese plano del parque con la banda sonora original de la saga no tiene alma o bien no ha crecido con esta música tan maravillosa. Los puristas de Jurassic Park estarán de acuerdo en algo, y eso es que se ha empezado un camino que recupera la esencia y la magia de la primera entrega con la única secuela que hace justicia a la leyenda de la original. No estamos en los noventa, no es la primera vez que se ven a los dinosaurios en acción y esa fuerza de lo novedoso ahora tira por un nuevo camino que podría plantear alguna secuela bastante interesante. Además, qué diablos, la colección de momentazos que plagan la película es más que satisfactoria: la primera aparición del Indominus, Owen "conversando" con los raptores y la posterior cacería en moto con los bichos corriendo alrededor, la brutal pelea final (lo mejor de la película)...
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Bien, hasta aquí lo bueno. Aviso que ahora no tendré ninguna piedad con el resto de la película. Una cosa es que el guión de una película de dinosaurios no tenga exigencias argumentales del nivel de un thriller político o un buen drama con grandes diálogos pero, vamos a ver... ¡Un mínimo de coherencia! ¡De lógica! Más de la mitad de la película me la pasé con un facepalm constante o descojonado de risa con lo que tenía ante mí, ¡y es una pena! La película está muy bien orquestada en un sentido de falsa sensación de seguridad, pero esta es verdaderamente efectiva cuando todo lo que una persona normal pensaría y podría prever ha sido asegurado y a a pesar de ello la situación se tuerce de forma irremediable. Esto no sucede aquí, porque los personajes no piensan con un mínimo de lógica. Son idiotas, y el suspense de la película se ve afectado por esto.

¿Seguridad? ¿Eso qué es?
Vamos a ver, pongámonos en situación: Jurassic World acontece veintipico años después de Jurassic Park como si las dos nefastas secuelas no hubiesen ocurrido. A alguna junta de inversores muy valiente (o imbécil, depende del punto de vista del cual se mire) se le ocurre reabrir el parque e invertir más pasta en él. Es decir, hace dos décadas y pico hubo una masacre que lo flipas con la misma idea, pero por qué no: se pone la pasta y se toman más precauciones.

Salvo que esto no es cierto.
SURPRISE MOTHERFUCKER!
Tienen presupuesto para unas gradas que descienden para ver al Mosasaurio merendándose al tiburón en directo, tienen dinero para construir un resort de hoteles y tiendas de lujo, además de un sistema de boliches gigantes de cristal a lo hámster para viajar por las praderas de herbívoros. Muy guay todo pero, ¿y las medidas para evacuar inmediatamente? ¿No hay barcos preparados para sacar a todo el mundo al toque si hay algún fallo de contención, sabiendo que hace un montón de años un grupo de dinosaurios se merendó a toda la peña?

Si fuera solamente por el plan de evacuación podría achacarse lo que pasa a una falta de previsión, lo cual tendría sentido si las medidas de seguridad y de contención de los dinosaurios fueran la repera, infalibles, brutales... Los cojones del Fary en bicicleta: la seguridad es para descojonarse y se ve desde el primer momento en que aparece la zona en que tienen encerrado al Indominus Rex. Que esa es otra, la creación del bicho teniendo en mente la matanza de Jurassic Park. Los inversores y creativos se reúnen (esta conversación se la dedico a David López):

- Gente necesitamos pasta, una nueva atracción o algo, no sé.
- ¡HEY! ¡LO TENGO! Vamos a utilizar un cóctel genético súper chungo e inestable y vamos a crear un Rex más grande, más fuerte, más resistente, más listo, más agresivo, con brazos más largos y vamos a utilizar el ADN de una barbaridad de animales en la Tierra para que sea más guay.
Y el resto de inversores sacan la chequera y ponen toda la pasta para ello al grito de "suuuuuuuu", emulando a Cristiano Ronaldo. Lo entendemos: han reabierto un parque donde murió mucha gente, no son muy listos. Pero los que crean al animal y lo mantienen aislado deben saber, supuestamente, un poquito más, ¿no? El éxito al crear una sensación de falsa seguridad es haber cubierto todas las cosas que podrían salir mal, como dije antes, pero aquí directamente ni se plantea y meten a una maldita máquina de matar en... Un murito. Y ya está, es solo un muro con una cristalera justo encima para poder ver al dinosaurio (la cual casi destroza, por otra parte). No hay una barrera doble, no hay valla electrificada, no hay dos malditas ametralladoras de tranquilizantes o lanzadoras de redes preparadas por fuera en caso de cualquier eventualidad (como pasó hace un montón de años).
Tranqui Owen, sólo quiere amor.
Nah, qué va: un muro. Sin más. ¿Para qué meter medidas de seguridad si necesitamos que el Indominus escape para que tengamos guión? Y esa es otra: los protocolos de peligro y evacuación son la monda. Se arma la de Cristo padre cuando se escapa un herbívoro de mierda pacífico y absolutamente inofensivo, pero cuando un jodido lagarto mutante gigantesco y asesino se va de paseo no evacúan la isla. No aseguran a todo el mundo bajo tierra o les sacan de allí, ni les dicen nada sobre la situación porque no hay protocolos de seguridad. Ninguno.

Y para concluir, los lugares donde tienen encerrados a los Pterodáctilos, Pteranodones y demás vasca voladora y al monstruo aterrador que es el Mosasaurio. Para los primeros tenemos una cúpula de cristal. Y ya está, no hay nada más, es una cúpula de cristal al aire libre sin otra medida por si las moscas. ¿Y si hay una estampida de herbivoros que colisiona contra el cristal? ¿Y si pasa algo que rompe la contención? Pues se jodió. Todo esto para que se pueda liar parda en Jurassic World (porque la película lo necesita) así que el Indominus destroza la cúpula y los dinos voladores se dedican a jugar al volleyball con los humanos. Y porque el Mosasaurio es colega, buena gente y eso, porque llega a descubrir que es TAN FÁCIL romper la valla que hay fuera de su lago personal y ya se habría merendado a medio parque que pasara al lado. Per, como es un bicho pacífico sólo lo descubre hacia el final para ayudar al T-Rex y al Velocirraptor a cargarse al Indominus.
"Calma peñita, que yo me porto y no me como a nadie. Bueno, casi nadie."
Los malos van demasiado sobrados
Una cosa es que los malos no piensen como los buenos y les dé igual lo que pase con la humanidad. Cojones, para algo son los malos: tienen que caernos mínimamente mal y más si es una película de Amblin. El que se lleva la palma aquí es el Gordo. Sí, lo voy a a llamar el Gordo (ay, Vincent D'Onofrio con lo que molas como Wilson Fisk vas y me haces esto) porque no me acuerdo de su nombre y es un personaje que no me podría importar menos ya que su modus operandi y sus razones de ser no tienen sentido. "No, es que la naturaleza... Es guerra y tal, y la guerra mola... Me gusta la guerra". Claro que sí chaval, smoke weed everyday.
"Qué pacha. Mirad que orondo y malote soy."
El Gordo está obsesionado con los raptores porque Owen (Chris Pratt) ha demostrado que se les puede guiar un poco. Ojo: guiar, no controlar telepáticamente para que obedezcan como si fueran Pokémons. Bueno, pues el Gordo ve otra cosa y cree que realmente los raptores pueden ser controlados para convertirse en máquinas de batalla y quiere hacer una prueba de campo. A decir verdad no se sabe muy bien por qué está el Gordo ahí. ¿Es por seguridad? ¿Es uno de los dueños del parque? ¿Es parte del gobierno de EEUU? ¿Importa, acaso? No, la verdad es que como espectadores nos la suda no nos preocupamos mucho y le dejamos hacer.

Bueno, pues el Gordo quiere a los raptores y realmente cree que son máquinas de control remoto (contradiciéndose con lo que dice precisamente en el primero de tantos discursos bélicos) y los va a emplear, "con o sin ti presente" le suelta a Owen. Es decir, le dice a la única persona que puede entenderse con los bichos que los va a liberar por su cuenta. ¿En serio tío? ¿Qué vas a hacer, soltarlos y decirles "ala, busca" como si fueran Lassie o Rex el perro policía? ¿Tú eres tonto? Menos mal que Owen, tan puto amo que es, se apunta y decide ayudar con la cacería de los raptores (aunque hubiese sido divertido ver cómo el Gordo suelta a los raptores por la cara).

El otro malo es el científico chino que dirige el laboratorio y que le han dado permiso para desarrollar lagartos mutantes como el Indominus... Pero no está "autorizado" a revelar de qué está compuesto el bicho para poder cazarlo y contenerlo, o matarlo. Y ahí se queda a gusto, sorbiendo de su té mientras habla de la tragedia que resulta la masacre de personas humanas de forma intracendente.
"Hehe, vais a molil todos."
Espera, espera, espera... ¿Qué? 

¿Cómo que no estás "autorizado" a obedecer una orden DE TU SUPERIOR? ¡QUE ES EL TÍO QUE TE HA CONTRATADO, TÍO! ¡EL QUE TE PAGA, TU JEFE, ME CAGO EN...! ¡¿Pero cómo que no estás autorizado?! ¿Por quién? ¿Quién te has creído que eres, machango?

Bueno, resulta que en un increíble giro de los acontecimientos (OMFG) el chino (o coreano, o japo o asiático ya que no importa mucho) y el Gordo están aliados para realizar ingenería genética y crear bicharracos que ayuden a EEUU a ganar guerras. Esta trama (que se la sacan de la manga a última hora para añadir tensión y eso) se acaba de golpe y el asiático desaparece sin más. Ala, a pastar. ¿Quieres saber qué pasa? Espera a la secuela, zorra querido espectador.

Y ya para cerrar el apartado de "malos malosos" volvemos, cómo no, a nuestro querido amigo el Gordo que se ha pensado que en Jurassic World manda su polla él. ¿Que la situación se va de las manos? No pasa nada, él llama a un batallón de soldados para que se metan en la isla y, en lugar de evacuar a todos los civiles, ocupan la playa y se preparan para cazar al Indominus Rex. En la conversación que tiene el Gordo con otra persona para saber si él puede hacer eso pasa esto (y transcribo de forma casi literal):

- Pero, ¿tienes permiso para todo esto? (Refiriéndose a desplegar un ejército en la isla).
- Oh, me lo darán.
Ale chaval, olé tus cojones: si cuela cuela y si no te la pela. Tú llama a toda la peña y la armas bien armada que cuando debas responder ante tus jefes tú podrás decir "no, es que me iban a dar permiso". No contento con eso muere el subnormal hindú dueño del parque y el Gordo se mete en la sala de mando proclamando que todo eso es suyo. Porque él lo dice. ¿Y qué hace todo el mundo ahí presente? "Ah pues ok", y le dan el mando. ¿Alguien dijo gratuito? ¿Alguien da más?

Los niñatos
Los niños deberían caernos bien, ¿no? Identificarnos con ellos es la clave, dibujarlos de forma que no queramos que mueran o les pase algo malo. Bien, pues en esta película necesitaba que el hermano mayor muriese de la peor forma posible (atropellado por un Triceratops, desmembrado por un Velocirraptor...; da lo mismo) debido a la inmundicia humana que resulta ser. El más joven de los dos es el típico niño motivado, frikillo de los dinos, al que no se le da mucha importancia y que podría ser la clave de todo el filme para vincularnos emocionalmente.

JAJAJAJAJAJAJAJA

No, en su lugar priorizan un montón de planos para el jodido adolescente insoportable que no para de quejarse y poner cara de culo en un lugar paradisíaco petado de dinosaurios. En lugar de disfrutarlo se pasa gran parte de la película con pinta de estar constantemente oliendo mierda y  mirando el móvil para hablar con su... ¿novia? Lo pongo entre interrogantes porque, por otra parte, no he visto personaje MÁS LASCIVO, CREEPER Y STALKER QUE HE VISTO NUNCA EN UNA PELÍCULA DE ESTE TIPO.
Mírenlo ahí a la derecha, pidiendo una hostia a gritos.
Ya sabemos que es adolescente pero, en serio, ¿cómo se puede estar tan salido para no parar de hacerle eyefucking a toda mujer que se mueva ? Además de aburrido, desagradecido e imbécil es un maldito guarro y pasa del hermano, por lo que no sé cómo esperan que tengamos simpatía por esta basura. Resulta que tras una serie de desventuras, los hermanos acaban uniéndose y sobreviven juntos haciendo cosas por el camino como arreglar un jeep de 22 años de antigüedad. ¿Nos lo creemos?

Venga, va, nos lo creemos. Son lo suficiente hábiles y listos para montar un jeep por su cuenta y conducirlo, pero luego tienen al Indominus pisando los talones y se paran ante una cascada pequeña (que no son las del Niágara, chavales, que son 2-3 metros) y hacen UNA CUENTA ATRÁS PARA SALTAR. ¿Pero se puede saber qué hacen, subnormales? SALTEN DE UNA VEZ QUE TIENEN UNA MÁQUINA DE MATAR DETRÁS.

La sprinter histérica en tacones
Este es uno de los personajes que más dolores de cabeza dan en toda la película: Claire, interpretada por Bryce Dallas Howard (pibón, oye), es la típica mujer cuadriculada con mente para los negocios y para nada más. Sus diálogos y escenas se llevan el galardón de lo más estúpido de toda la película, y son tantas que mejor las separo en epígrafes:

- Nota que no hay señales térmicas dentro de la celda del Indominus. HORROR, ¡debe volver a toda prisa al control de seguridad para comprobar dónde está el Indominus según su localizador! Deja detrás a Owen para que entre dentro de la celda y... A ver, espera un momento. ¿El dino tiene localizador? ¿Tú tienes comunicación directa con el control de seguridad? Sabiendo esto, ¿por qué no hacer una llamada? Se les dice "mira, que estamos acojonados porque creemos que se nos ha escapado la bestia, ¿por qué no miran dónde está el localizador?", se detecta al bicho y ahí lo tienes: solucionado.

- En lugar de eso sale huyendo de forma histérica y deja que tres trabajadores entren al muro de contención infalible para el Indominus. EL DINOSAURIO SIGUE AHÍ, ¿QUÉ HACEMOS? Idea estrella del trabajador gordinflas: abrir la puerta grande. No aprovechar para salir por la puerta PEQUEÑA por la que accedieron a la celda, mejor ABRIR LA PUERTA GRANDE PARA QUE SALGA EL BICHARRACO ASESINO.
"ME CAGO EN TU P**A MADRE MANOLO."
- Claire se pone muy nerviosa y tras buscar a sus sobrinos le dice a Owen que le acompaña. Pero Claire está muy bien vestida para avanzar con sus tacones y su ropita cara, así que Owen le dice que "con esos zapatos no", obviamente porque si no Claire se la puede pegar huyendo y se la comen. Reacción de la chavala: se abre la chaqueta (mostrando escote de golpe, sí señor), se ciñe bien la cintura y se sacude el pelo. "Venga vamos", y claro, ya está lista para perseguir dinosaurios. Escena brillantemente escrita.
Antes muerta que sencilla.
- A lo largo de la película hay un fenómeno insólito con Claire: esprinta con los tacones puestos. Va por barro, va por tierra, por asfalto, entre la multitud, con dinosaurios alrededor peleando... Da lo mismo: no se quita los tacones y es más rápida que Usain Bolt puesto de cafeína. Experta total.

- Lo más gratuito de Claire también incluye al personaje de Chris Pratt, Owen. Y es que claro, ambos son tan guapetes, tan atractivos y son los protagonistas. Lógicamente DEBEN acabar juntos, y lo hacen por la cara. En la sala de guión estarían todos: "oye, cómo hacemos para que se enamoren", "nah tío, que el Chris Pratt le entre en mitad de la película sin mosca y ya nos arreglamos para el final". Y lo hacen: la última frase de la película es de lo más cheesy que he visto en mi vida. "Sobreviviremos juntos", madre de Dios, esto merece una caminata hacia la luz con esta canción.
"Vomitemos arcoiris juntos, Jessica Chastain"-"Me llamo Bryce..."- "Y yo Indiana Jones"
La lealtad de los raptores es gratis
Todos estaremos de acuerdo que los bichos más guays de la película son los cuatro velocirraptores coleguitas de Star-Lord y no es para menos. Molan un cojón: se comunican entre ellos, están medio amaestrados y van a la caza del Indominus Rex acompañados de todo un batallón. ¿Se puede ser más cool que eso? Bueno sí, cambiando de bando según le convenga al guión. Y es que el caldo genético que creó el monstruo principal de la película incluía...¡ADN de Velocirraptor! ¡Oh dios! ¿Pero entonces por qué le persiguen en primer lugar?

Ok, resulta que el Indominus es un Alfa mucho más tocho que Chris Pratt (normal), pero parece que esto cambia según es necesario para que los protagonistas sobrevivan. Sí, los raptores han cambiado su lealtad pero dudan al encontrarse con Owen. ¿A ver, no eran salvajes y cazadores antes que nada? ¿En qué quedamos? ¿Han cambiado de bando sí o no? Cosas como estas hacen que la película pierda total seriedad cuando, por ejemplo, uno de los bichos y Owen tienen un encuentro con mirada intensa, y de un misil de bazooka el dinosaurio explota. De risa, vamos.
Cómo mejorar la mejor escena de la película.
Bueno, pues al final resulta que sí que Owen es el Alfa en el último y conveniente momento para salvarse del Indominus. Los raptores atacan al bicho malo y se convierten en héroes con la ayuda de un T-Rex muy tocho (de las mejores escenas de la película, y va en serio), pero cuando todo acaba... El T-Rex se porta como un brother y se va. Espera, así que ahora resulta que el Rex también es parte del clan de los raptores y respeta a los humanos, ¿es eso? ¿Sigue siendo peligroso? ¿Cómo es que el animal no se merienda a Claire más rápido que el Correcaminos? ¿Y cómo es que Claire corre más rápido que él estando en tacones, otra vez?
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Bueno, que al final la película entretiene y tiene sus repuntes de brillantez pero un poquito de detalle no habría estado mal la verdad. Algo de lógica, de sentido, lo mínimo para que no nos preguntemos tantas cosas, porque una película de este estilo no necesita el mejor guión pero por lo menos algo que nos permita disfrutarla sin estar todo el rato fijándonos en las gilipolleces de los personajes humanos. Y esto es todo lo que tenía que decir de Jurassic World, una película cuya ironía de guión (leer la crítica de Sergi arriba, que lo explica bastante bien) resulta su mayor traspiés.

Puede que en el futuro se plantee una secuela con guerras entre dinosaurios mutados. Eso sí podria ser interesante. Mientras tanto fiesta loca en Universal: el mejor estreno de la historia es un batiburrillo de agujeros de guión tan básicos que parece mentira. Pero... ¿y lo bien que están los dinosaurios?

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