El que escribe estas líneas es
marvelita (denominación popular para los fans de los cómics y películas de
Marvel) y amante de otras historias de DC, Dark Horse, Vértigo y otras
editoriales de cómics estadounidenses de renombre. Cada vez que pensamos en películas
basadas en cómics pensamos en aquellos poblados por seres superpoderosos,
héroes y villanos en eterna confrontación, el Bien contra el Mal. La ficción
cinematográfica que bebe del arte del cómic no siempre es así. De hecho, hay películas basadas en obras maestras de la narración
gráfica o en cómics de culto que no contienen superhéroes. Aquí va una selección de cinco películas imprescindibles que se basaron o se inspiraron en
este tipo de cómics y novelas gráficas, las cuales son de obligada lectura para
los amantes de las historias que cuentan.
1. Kick-Ass
Parece de superhéroes, pero es más
bien una sátira del género. No hay mentira en decir que muchos momentos de está
película saltarán las lágrimas de la risa a sus espectadores. La premisa es tan sencilla como
original: ¿qué pasaría si alguien se plantease seriamente el ponerse una
máscara y salir a apalizar pandilleros, atracadores y hasta mafiosos? Pues
puede salirte condenadamente mal. Dave Lizewski (Aaron
Taylor-Johnson)
es un adolescente adicto a los cómics y un don nadie en su instituto, que un
día decide comprarse unas mallas y
un par de porras y salir a hacerse el héroe rebautizándose a sí
mismo como Kick-Ass.
El primer resultado es de un
patetismo hilarante, o al menos es así hasta que entran en escena Hit-Girl (Chloë-Grace
Moretz) y Big Daddy (Nicolas
Cage) dos vigilantes
enmascarados con una cuenta por saldar con un rey del crimen neoyorkino, y
ellos sí que saben cómo repartir leña. A partir de aquí se desarrollarán
situaciones que van desde
lo desternillante hasta escenas con una violencia tan extrema que es la delicia de todo fan del
género de acción (y del gore si deciden leerse el cómic).
¿Lo mejor de esta propuesta? Nicolas Cage cumple muy bien
con su papel de padre sociópata, Aaron Taylor-Johnson resulta tan cómico como
épico en su rol como Kick-Ass y además aparece en nuestras vidas una
maravillosa (y hasta ese momento casi desconocida) Chloë Moretz, interpretando
brillantemente a Hit-Girl, el mejor personaje de la película y
la historia original.
¿Qué hay del cómic? Con un escritor tan genial como Mark Millar (Civil War, Superman: Hijo Rojo...) y un dibujante de la talla de John Romita Jr. (Daredevil:
El hombre sin miedo, World War Hulk...) surge una obra imprescindible. Si
les gusta la película, lean el original. Es varias veces más violento, pero tan
disfrutable como el filme o más.
2. Scott Pilgrim Contra el Mundo
Si fuera necesario nombrar un
género en el que clasificar a esta película tendríamos un problema. ¿Acción?
Bastante. ¿Comedia? De sobra, así que... ¿es una película de acción cómica? Eso
sería quedarse corto. Lo que sí está claro es que es una
película que pasó muy desapercibida, a lo mejor por lo aleatoria que
es o por sus casi desconocidos actores (Michael
Cera es el protagonista). En este artículo se rompe una lanza en su favor: es divertidísima, muy entretenida,
con un estilo visual muy curioso y 100% fiel al
cómic original. 
¿Quién es Scott Pilgrim? Un vago redomado de 23 años con un alto concepto de sí mismo, que
vive (y duerme) con su mejor amigo gay, tiene una banda de rock y recientemente
ha empezado a salir con una adolescente de 17 años. Su mundo se volverá
del revés cuando conozca a una extraña chica con pelo rosado llamada Ramona Flowers, quedándose prendado de ella. A Ramona le acabará gustando Scott, y
este decidirá conquistarla definitivamente. Pero para estar con Ramona, Scott
deberá enfrentarse a la maléfica Liga de
los Ex-Novios,
compuesta por 7 personas que salieron previamente con Ramona y están decididas
a impedirle ese objetivo a toda costa.
Vaya locura. Qué frikada. ¡Menuda genialidad! La película es un homenaje a la
generación de los 90's Kids, esa que creció rodeada de
grupos de garage rock,
videojuegos con factura gráfica cutre, cómics de superhéroes, series de manga y anime (fundamentalmente Dragon Ball y Oliver y Benji), música y cine alternativos...
En suma, la cultura pop de la etapa previa al
siglo XXI.
Y lo hace con multitud de detalles que harán sonreír a cualquiera perteneciente
a dicha generación, así como con una historia llena de humor y un ritmo y
estilo visuales que se salen de común. Muy, muy recomendable.
3. 300
Si hemos de nombrar rápidamente a
tres grandes autores de cómics, mencionaríamos a Mark Millar, Alan Moore (maestro) y Frank Miller. Entre las mejores obras de este último
autor están El regreso del Caballero Oscuro,
Batman: Año Uno, Sin City y la que ahora tratamos: 300. La historia de la batalla de
las Termópilas surgió en forma de novela gráfica con los dibujos y el guión de Miller, para que luego Dark Horse fuese la encargada de
llevarla a las tiendas (sorpresa, no fue ni Marvel ni DC). En 2006, el director Zack Snyder (que
luego dirigiría Watchmen, Sucker Punch y El Hombre de
Acero) decidió
llevar esta historia a la gran pantalla.
El estilo de Miller suele ser oscuro, sucio y silenciosamente violento a la hora de realizar sus trabajos,
y así es como presenta la obra original de los espartanos: un relato más
reflexivo que espectacular, con más profundidad
psicológica de la que uno se puede esperar de una historia como
la de Leónidas y sus guerreros. El resultado es superior, una verdadera obra de arte con la firma de uno de los grandes
de la industria del cómic. Zack Snyder tomó la novela gráfica y le dio su propia visión en la gran pantalla: mantuvo muchas de esas reflexiones
psicológicas propias de Miller a través de una voz en off acompañando a las imágenes, pero equilibró la balanza en favor de un filme más épico,
dando más peso a la acción y el combate así como a un gran
vertido de sangre en una vorágine de violencia.
Una cosa está clara: 300 es
un título que supuso una novedad en el panorama de los blockbusters, tiene un estilo muy reconocible en las películas de Snyder, respeta y hace
honor a la historia original y entre lanzas y cabezas cortadas
envía un mensaje que trasciende en la historia. Tanto la película como el cómic
son un ejemplo de buena narración en sus propios campos, si bien el
filme es más efectista y la novela excava más en el mensaje que se quiere
lanzar.
4. V de Vendetta
Decir que la película V de Vendetta es uno de los títulos más influyentes
socialmente de los últimos 20 años es
como tener que aclarar que El Padrino es una buen película. El
filme es uno de los más reconocibles de la cultura moderna, con la
historia del misterioso V en un futuro
alternativo y distópico (que nada tiene que envidiarle al
de 1984) en el que surge una figura
que hace apología a la anarquía en aras de una revolución popular
en las horas más oscuras de la sociedad
contemporánea. Por si fuera poco, la simbología que contienen tanto la obra
original como la película de la que hablamos (esa archiconocida máscara de Guy
Fawkes) ya se asocia instintivamente con la indignación y la revuelta de una sociedad descontenta con sus gobernantes.
Así de poderosa es la historia de V de Vendetta, un título adaptado por los hermanos Wachowski (Matrix) con una más que satisfactoria factura visual y un trabajo actoral sublime (una maravillosa Natalie Portman y
Hugo Weaving, que da una verdadera lección de interpretación tras una máscara
que oculta su rostro). Pero no olvidemos que hablamos de la adaptación de una
obra cuyo génesis se remonta a 1975 y cuya primera edición duró de 1982 a 1988,
y tomando como referencia un futuro a las puertas del siglo XXI. Mientras
tanto, la película se estrenó en 2006.
Esto es crucial para entender el tremendo impacto
que tuvo la novela gráfica en la sociedad que la acogió en esa etapa
histórica en particular.
Obviamente, la historia se
actualizó para ser estrenada en cines, pero a pesar de su éxito comercial y
popular sigue sin tener mucho que ver con
el original. Si se viene haciendo esta lista de películas no
es simplemente para señalar que se basaron en cómics y novelas gráficas de
renombre: es para recomendar la lectura de las mismas si los espectadores
disfrutaron de su adaptación. En el caso de V de Vendetta esta recomendación viene
reforzada por el hecho de que el autor de la novela gráfica es nada más y nada menos que Alan Moore (Watchmen), un verdadero genio.
5. Sin City
La lista concluye con una película
estrenada la década pasada de la que suele hablarse bastante a la hora de
elogiar adaptaciones de cómics en el cine. ¿Qué es Sin City?
Como ya se menciona arriba, es otra de las obras del aclamado Frank Miller y
es con mucha seguridad la más íntima que ha escrito. ¿La razón? Miller
se crió en un barrio problemático de Nueva york conocido como Hell's Kitchen (ya retratado en los cómics de Daredevil,
sobre el que este mismo autor escribió
varias historias)
del que recibió muchas influencias que se ven retratadas en sus
relatos psicológicamente crudos y
desmoralizadores y en su estilo de dibujo rudo y sucio.
Todo esto es Sin City: una ciudad del pecado. Un lugar dejado de la mano de Dios en el que el
crimen, la prostitución y la corrupción son los reyes del cotarro. La novela
gráfica es lectura obligada para todo fanático del género noir y policíaco, pero la película también vale la pena. ¿Las razones?
- En primer lugar una factura visual prácticamente calcada del cómic y adaptada con precisión quirúrgica en todos sus planos. El vacío de color con sus omnipresentes blancos, grises y negros logran trasladar esa desesperanza y tristeza que rezuman las obras de Miller, y consiguen a la vez que cualquier retazo de color sea una bomba simbólica para los espectadores. Y luego está la marca de la casa en las historias de este autor: dosis de violencia altísimas, tanto física como psicológica, reflexiones y cavilaciones que tiran por los suelos cualquier convicción moral de aquel que entre en la Ciudad del Pecado y personajes deliciosamente hipnóticos.
 - En segundo lugar porque el guión
está escrito por el mismo Frank Miller, el cual figura como
co-director junto con Quentin Tarantino, ambos colaboradores de la
dirección principal de Robert Rodríguez. Por si esto fuera poco, la película
está plagada de pesos pesados de la interpretación como un bestial Mickey Rourke (imagen abajo), los
geniales Clive Owen y Bruce Willis, unas breves pero brillantes intervenciones
de Benicio del Toro y Elijah Wood y unas espectaculares Jessica Alba, Rosario Dawson y
Brittany Murphy (descanse en paz) entre muchísimos otros.
  
Y así terminamos con esta pequeña
lista de películas. Hay otros filmes adaptados de cómics o novelas gráficas
merecedores de ser mencionados (El
cuervo, Una historia de violencia, La vida de Adèle...), y es que existen
grandes obras ilustradas susceptibles a ser convertidas en películas. De hecho,
una fase previa a la concepción de una escena se realiza sobre papel y se
dibujan los elementos que aparecerán y cómo van a interactuar entre sí. Esta
fase previa es exactamente la misma a la hora de dar los primeros trazos a un
cómic o una novela gráfica. Son dos artes con métodos restringidos a su forma,
pero con muchos lazos que hacen posible una mutua y enriquecedora colaboración
artística.





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